Los tartesos fueron los primeros hispánicos que se relacionaron con las civilizaciones del Mediterráneo oriental. Llegaron al sur de España huyendo de los Pueblos del Mar hacia el 1 200 a.C. (a finales de la Edad de Bronce). Se quedaron a vivir en Huelva, Sevilla, Cádiz y Badajoz.
Se dedicaban principalmente a comerciar con los metales, especialmente oro y plata, que extraían de las minas. Exportaban plata, bronce, cobre, estaño, oro, hierro y plomo.
Su organización social estaba formada por tres clases: una clase alta de ricos que poseían tierras o se dedicaba al comercio, una clase intermedia, y por último los esclavos.
Existen referencias históricas de su último rey, llamado Argantonio, que podría formar parte de una dinastía de reyes, ya que se han hallado tesoros que le pertenecían y que eran 300 años más antiguos que él, por lo que podría tratarse de herencias que poseía.
Sus casas eran circulares, con paredes de piedra y adobe, y techado de paja y madera. También construyeron Estelas, que eran monumentos funerarios con forma rectangular.
Se han encontrado restos arqueológicos en nuestra provincia, tales como la Necrópolis de la Joya, el cerro Salomón, y, en Escacena del Campo, Tejada la Vieja.

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